
El otro dia venia caminando con mi novio por
“Estimado mozo/a: por la presente le solicito que tenga a bien entregarme el menú de cafetería a fin de poder elegir con qué infusión he de bajarme el pedazo de cheese cake con que he de atragartarme la corriente tarde”.
“Estimado/a cliente: en mi calidad de vocero de la cocina lamento comunicarle que en el dia de la fecha carecemos del plato denominado “Bife a caballo” y le sugerimos amigablemente que vuelva usted a enviar la petición del menú o, en caso contrario, que deje al arbitrio de un servidor el plato con que hemos de complacerlo/a”.
“Estimado/a mozo/a: me veo en la obligación de pedirle que lleve usted de vuelta este plato a la cocina y le pregunte al cheff desde cuando llama “puré” a algo que parece “sopa”, atentamente: el que te lo va a poner de sombrero”.
“Estimado/a mozo/a: sirvase usted traerme la adición”
“Estimado/a cliente: no tendría usted cambio de 50?”
Terminamos comprando facturas y comiéndolas en su casa… era menos agotador y con tanto protocolo que imaginamos habia en el bar El Buzón habriamos acabado merendando a las diez de la noche.
2 comentarios:
TU BLOG ES GENIAL, CREEME
que te agarro ¿una verborragitis aguda de manos, el dia de hoy?
nunca planeaste alguna historieta cómica/critica onda los Simpson?
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